Para cada necesidad: Tecnología de la iluminación HELLA

La probada y veterana tecnología halógena, con la clásica lámpara H3 o las perfeccionadas H9/HB3, ofrece una excelente calidad de iluminación por un bajo coste de inversión. Los colores de la luz, 2.500° Kelvin (en la H3) o 3.200° Kelvin (en las H9/HB3), proporcionan una buena iluminación del campo de trabajo. Los faros de trabajo H9/HB3 ofrecen, además, otras ventajas: un acceso directo desde fuera para sustituir fácilmente las lámparas sin necesidad de abrir la carcasa del faro. Funcionales, robustos y económicos: Los faros de trabajo halógenos de HELLA son idóneos para los usuarios preocupados por los costes pero que no quieren renunciar a la habitual calidad HELLA.

Poco a poco, la tecnología xenón se ha ido estableciendo firmemente en el desarrollo de los faros de trabajo. Y tiene sus motivos, ya que las ventajas que ofrece respecto a la tecnología halógena son evidentes.La iluminación del campo de trabajo es notablemente mayor y más luminosa, aportando, por tanto, un plus en seguridad. El color de la luz, muy similar al de la luz del día de aprox. 4150 Kelvin, ofrece unas buenas condiciones lumínicas de manera constante y una visibilidad que evita el cansancio de los ojos. Además de una larga vida útil, un bajo consumo de potencia y un bajo índice de fallos gracias a un arco voltaico resistente a las sacudidas, los faros de trabajo xenón son, gracias a todas estas características, la primera opción para aquellos ámbitos de aplicación donde la necesidad de iluminación sea especialmente exigente.

Los más modernos desarrollos LED en el sector de los faros de trabajo se encuentran tan avanzados que cuentan ya con una potencia incluso mayor que la xenón. Además, los LEDs ofrecen una elevada temperatura del color de aprox. 6.000 Kelvin, lo que proporciona una iluminación muy similar a la de la luz del día. Todo aquel que trabaje en estas condiciones sabrá que así se cuidan más los ojos y se mantiene uno más activo. Además de su alta potencia lumínica, los LEDs presentan más ventajas: Prácticamente no necesitan ningún mantenimiento y su vida útil es extremadamente larga. Son muy robustos y 100% estancos al agua y al polvo. Consumen incluso menos que los xenón y proporcionan, por ello, una excelente eficacia energética. Y como última característica, aunque no menos importante, gracias a su forma compacta ofrecen posibilidades de diseño nunca vistas hasta ahora.